Suena:
10.3.2.2.2 Control elástico: cibernética
Adam Curtis, en el segundo documental de la serie All watched over by machines of loving grace, comenta el surgimiento y desarrollo de la cibernética desde los enunciados de Norbert Wiener y su texto Cybernetics or Control and Communication in the Animal and the Machine de 1948, clásico del campo; desvelando los controles elásticos de los procesos de realimentación.
Voz en off:
Forrester estaba convencido de que todo el mundo, no sólo la naturaleza, estaba compuesto por sistemas. Creía que construyendo su propio sistema, la red de alerta temprana, había identificado cómo los sistemas logran estabilizarse a sí mismos. Lo hacían a través de un mecanismo denominado procesos de realimentación [Feedback Loops]. Forrester entendía por feedback loops que toda acción que realizamos tiene consecuencias que se transmiten a través del sistema y después resurgen para configurar nuestro comportamiento de manera que nosotros no podemos ver, pero los computadores si podrían […] Forrester los llamo feedback loops.
Jay Forrester (teórico de sistemas):
La mayoría de las personas considera una acción de la siguiente manera: “aquí hay un problema, llevo a cabo una acción, y lo resolveré”; directamente. Pero el sistema en el que vivimos no funciona así. Hay un problema, llevamos a cabo una acción, esto podría cambiar las cosas, lo que nos da un nuevo medio ambiente en el que llevar a cabo la siguiente acción y así vivir en estas redes de procesos de feedback loops que nos controlan a nosotros y las cosas con las que interactuamos.
Curtis: Entonces ¿somos sólo la parte de un sistema?
F: En efecto, somos la parte de un sistema. Para muchas personas esto es un anatema porque les gusta pensar que somos en cuanto personas, independientes; pero están determinados en la mayoría de sus acciones por procesos de feedback loops, lo que significa que los sistemas físicos, eléctricos, sociales, políticos, biológicos, la medicina interna, los sistemas médicos, corporales, son fundamentalmente procesos de feedback loops.
Voz en off:
Forrester fue un líder de un nuevo y ambicioso movimiento científico llamado Cibernética. La cibernética afirmaba que todo, desde los cerebros humanos a las ciudades e incluso las sociedades podrían ser vistas como sistemas regulados y gobernados por procesos de feedback loops. Esta idea fascinó por igual a biólogos y físicos porque aparentemente permitía comprender como se mantiene el orden en el mundo. También tenía implicaciones profundas para los seres humanos. Porque la cibernética no veía a los seres humanos como individuos capaces de dominar su destino sino como componentes de sistemas […] Eran sólo nodos en redes, actuando y reaccionando a flujos de información.
Uno de los principales teóricos de la cibernética fue Norbert Wiener, planteó esto en un libro que se convirtió en la biblia del movimiento, lo tituló Control and Communication in the Animal and the Machine.
Fred Turner (teórico cibernética)
Si como Norbert Wiener y su equipo afirmaban, se puede realmente vincular el comportamiento de las máquinas y el comportamiento de los humanos de carne y hueso mediante fórmulas matemáticas, y se puede predecir esas fórmulas usando computadores, se concluye en un mundo en el que humanos y máquinas parecen ser iguales. Pudieron alcanzar a ver la profunda verdad cibernética, una en la qué sistemas naturales, mecánicos y sociales son vistos como uno. Los seres humanos conectados en un sistema máquina hecho por el hombre. Ahora somos parte de un sistema universal conectados por información (Adam Curtis, 2011 2)
La teoría sociodinámica de la cultura de Moles comentado arranca afirmando su método cibernético, como lo entienden los creadores de una ciencia general de los organismos (Moles 1978 15); manifiesto en su ciclo sociocultural en el que se introducen feedbacks loop en la conformación de cuadros mediados por valores, como vimos supra. Toda acción que realizamos tiene consecuencias que se transmiten a través del sistema y después resurgen para configurar nuestro comportamiento.
Propósitos, deliberaciones, planes, decisiones, teorías, intenciones y valores introducen amplios grados de libertad a lo que el ideal de la ciencia clásica busca, ya que una reducción simple de los complejos fenómenos que los incluyen supone siempre abstracciones muy amplias y normalizaciones; pero que pueden funcionar sin embargo en el marco de un sistema de controles elásticos.
Este hecho resulta especialmente relevante al pensar en el caso de la creatividad.
La creatividad debemos entenderla en un marco que permita la libertad que dichos términos suponen; pero con una libertad creativa que es más que azarosa, que no es sólo azar sino, más bien, el resultado de un sutil rejuego entre algo casi aleatorio o azaroso y algo más semejante a un control restrictivo o selectivo –tal como un fin o un estándar-, aunque no por cierto un control férreo (Popper 2 99).
En su reflexión sobre el postulado de libertad de Compton (Ibíd.) Popper introduce su concepto de control elástico (Popper 2 100) frente ese control férreo, con el fin de dar cabida a una nueva teoría evolucionista y un nuevo modelo de organismo (Ibíd.) bajo el postulado de libertad más control (Ibíd).
¿Cómo introducir la indeterminación en la conexión del mundo físico y las libertades de nuestros propósitos, deliberaciones, planes, decisiones, teorías, intenciones y valores?, ¿cómo posibilitar la creatividad que puede tener algún papel en los cambios en el mundo físico?
La vía del salto cuántico (ver Popper 2 96) -visión según la cual nuestras mentes actúan sobre nuestros cuerpos influyendo o seleccionando algunos saltos cuánticos, amplificados por una cascada de relevadores o conectores (Popper 2 100)- le parece a Popper una teoría del bebe flacucho (Popper 2 101).
Ese salto, justo adentro de las incertidumbres de Heisenberg –y éstas son, por supuesto, muy delgadas-, en el que una mente puede actuar sobre un sistema físico, podría dar cuenta de decisiones rápidas, tal vez del insight.
Pero no podrían dar cuenta de propósitos, deliberaciones, planes, decisiones, teorías, intenciones y valores; de la reflexión (Ibíd.). De la influencia del significado sobre la conducta (Ibíd, negrita son cursiva en el autor).
Para ello Popper propone la necesidad de un método del ensayo y eliminación del error (Ibíd.), que, como vimos supra (ver pág. 143 y sig.), aplica como método de contrastación en su lógica de la investigación científica. Contribuyendo, en el desarrollo del pensamiento del autor, a una epistemología evolucionista (ver Epistemología evolucionista Martínez y Olivé 1997), como hemos comentado.
Llegamos así a una imagen de la mente como sinónimo del sistema cibernético, es decir: la unidad total pertinente que comprenda el procesamiento de información y el ensayo y error (Bateson 1998 490)
Para Gregory Bateson, epistemólogo interesado asimismo en una visión evolucionista y un método de calibración y realimentación (Bateson 2006 205 y sig.) como teoría del aprendizaje, un sistema cibernético está “activado por el error”, […] la acción correctiva es puesta en movimiento por la diferencia (Bateson 1998, 407).
Frente a la ciencia de la determinación de leyes simples, [l]a cibernética es el estudio interdisciplinario de la estructura de los sistemas reguladores (wikipedia/cibernética) complejos; modo de pensar sobre “el control y comunicación en el animal y en la máquina”, recordemos a Wiener; o sobre cómo “desarrollar un lenguaje y técnicas que nos permitirán abordar el problema del control y la comunicación en general” (Ibíd.).
En lenguaje cibernético, se dice que el curso de los acontecimientos está sometido a restricciones (restraints) y se presupone que, descartadas estas restricciones, las vías del cambio estarán gobernadas tan sólo por la igualdad de probabilidades. De hecho, las “restricciones” de las que depende la explicación cibernética pueden considerarse en todos los casos como factores que determinan la desigualdad de probabilidades (Bateson 1998 429). Los estados de cosas suponen efectos de superficie.
Y como hemos visto, esa improbabilidad estadística comprendió, en el desenvolvimiento del campo creativo, la explicación de la originalidad en un campo de Markoff como sentido, inteligibilidad vs información (ver supra); tal vez con una coacción de sentido (Luhmann 1998 79), que se obliga a sí mismo al cambio (Luhmann 1998 81).
Este modo de entender la descripción científica de procesos complejos frente a la predictibilidad de las simplificaciones en el ideal científico clásico, establece una imagen de la ciencia que posibilita la creatividad como un objeto al que plantear problemáticas operativas.
El modo cibernético en su gestión de controles elásticos –en esos efectos de superficie como ámbitos con umbrales de condensación (Popper 2008 147 y sig.) de reguladores, interruptores, válvulas y relés (Bateson 2006 121), que se vinculan a la noción de “cambio” más que a la noción de “objeto” (Bateson 2006 122)- constituye, junto al deslizamiento del ideal científico clásico al contemporáneo, el acceso a una imagen científica de la creatividad y la innovación en las economía de la flexibilidad (Bateson 1998 376), economía de la adaptabilidad (Bateson 1998 285) y economía de la probabilidad (Bateson 1998 433) que los controles elásticos suponen al organizar en la experiencia la complejidad de la existencia, al balancear entre información y orden.
Por ejemplo, un caso de especial relevancia en el momento de entender esta gestión de las probabilidades en órdenes, importante al intentar definir el caso de los efectos creativos, se da en el particular de la contextualización.
A diferencia de la arquitectura informacional de Moles -y su originalidad estadística- que comprende mediante la jerarquía de niveles estético/semánticos en la arquitectura de información de supersignos; Bateson articula la comunicación en una jerarquía de contexto dentro de contextos como universal en el aspecto comunicacional (o “émico”) de los fenómenos (Bateson 1998 432). Mientras que la creatividad de Moles es una estructura de originalidad en el mensaje que se transmite, en Bateson es una estructuración, una contextualización de la originalidad que se procesa.
En la física puede (quizá) ser verdad que la explicación de lo macroscópico deba buscarse en lo microscópico. En la cibernética suele ser verdad lo opuesto: sin contexto no hay comunicación (Bateson 1998 432)
La creatividad -entendida ésta como objeto en un marco comunicacional- se posibilita al comprender, en el conocer científico, no el saber sobre los objetos y sus simplificaciones predictivas excluyendo el contexto del contexto -los “contextos” y “contextos de contextos” reales (Bateson 1998 279) en la medida que son comunicacionalmente eficaces (Ibíd)- sino del mundo de conexiones y relaciones; ya que el teórico de la comunicación insiste en examinar las metarrelaciones y las simplificaciones excluyendo todos los objetos (Ibíd.), gran diferencia entre el mundo newtoniano y el mundo de la comunicación (Ibíd.).
Creatividad como efecto en los controles elásticos de relaciones; entendiendo que el contenido de la cibernética no son los sucesos y los objetos, sino la información portada por sucesos y objetos (Bateson 1998 431, negrita es cursiva en el autor)
Ya Moles propone, desde su manual filosófico, la Heuristica, la Creática, la Invéntica, la Teoría de la Creatividad como una matemática aplicada del mundo de las relaciones. Una filosofía aplicada, una filosofía creadora, uno de cuyos primeros objetivos sería, por ejemplo, elaborar una doctrina de la complejidad y de explicitar las relaciones entre ciencias alejadas entre sí (Moles 1986 369)
_
_
Modelo cibernético y modelo de cibernética tardía
según la representación de una experiencia desde sus supuestos
_
Terminando este sucinto texto sobre la cibernética, y antes de desarrollar la evolución de los marcos teóricos que emergieron desde esa diferencia directriz en la que encontrar la posibilidad de un modelo que dé cuenta de la creatividad como complejidad, quisiera comentar con brevedad un cambio esencial en el propio saber cibernético que nos posibilita diferencias que hacen la diferencia, para citar de nuevo a Bateson (Luhmann 1998 225).
Un caso de la cibernética clásica la encuentra Bateson en el funcionamiento del termostato de una vivienda, por ejemplo, que depende de umbrales del tipo abierto-cerrado (Bateson 2006 124); es una tipología de dispositivo que regula un sistema en procesos de causación circular como describió Wiener (Bateson 2006 116) en busca de una estabilidad del sistema, en la consecución de su equilibrio; “Plus ça change, plus c’est la même chose” (Bateson 2006 75). Es el ideal de la homeostasis.
Este pensamiento cibernético lo amplía Bateson dentro de sus criterios del proceso espiritual (Bateson 2006 103 y sig.) hacia una teoría del pensamiento creativo (Bateson 2006 201), que llama de la escala en zig-zag de dialéctica entre la forma y el proceso (Bateson 2006 210 y sig.) con la que describe su propia creatividad en el caso de su obra Naven (Bateson 2006 207).
_
_
Bateson también desarrolló en dicha línea la teoría del “aprender a aprender” (Bateson 1998 187 y sig.); teoría configuracionista de la socialización acuñando palabras nuevas, como “protoaprendizaje” y “deuteroaprendizaje” (aprender a aprender), anticipando ulteriores desarrollos reflexivos de la cibernética de segundo orden y el “conocer el conocer” de los autopoiéticos (Maturana y Varela 2003: 5) (Reynoso 2006 30).
Si se quiere una caracterización sucinta de las diferencias entre ambas cibernéticas yo diría que la tardía difiere de la temprana por su mayor énfasis en el desequilibrio, el papel sustancial que confiere al azar y (hacia el final de su trayectoria) la pérdida de la dimensión holística, el retorno al individualismo metodológico y a la exaltación del sujeto (Reynoso 2006 59).
Entre los desarrollos teóricos que se han tentado desde esta realidad compleja posibilitada para la ciencia, las relaciones de las estructuras disipativas de Prigogine, la cibernética de segundo orden de von Foerster con su “Cybernetics of cybernetics” de 1960 (Reynoso 2006 63) –visto por algunos como una “humanización de la cibernética”, proporcionan argumentos similares a los que luego prodigarían la autopoiesis de Maturana y el constructivismo radical de Glasersfeld (Reynoso 2006 64)- o la investigación social de segundo orden que implican de manera central al observador.
Con relación a la Investigación social de segundo orden, Reynoso comenta: sus elementos constitutivos incluyen dosis variables y diluidas de teoría de las estructuras disipativas, una fe declarada en la autopoiesis de Varela y Maturana, así como en los sistemas reflexivos de Gordon Pask, algo de fractales y teoría de catástrofes, un poco de la galaxia-complejidad de Edgar Morin y de sociología compleja de Jean-Pierre Dupuy, fragmentos de posmodernismo rhizomático, la infaltable lectura irracionalista de la prueba de Gödel y del principio cuántico de indeterminación de Heisenberg, así como una abundante proporción de constructivismo radical y un propósito recurrente de integrar sujeto y objeto (o abolir este último de una vez por todas). Nótese que los movimientos celebrados en este campo mapean sobre las escuelas que forman parte del circuito autopoiético-constructivista-posmoderno, sin dejar ninguna fuera del cuadro (Reynoso 2006 95).
Las exploraciones de la cibernética en estos casos conforman un club que no es otro que la comunidad de discípulos de Bateson y Prigogine, congregada en un vector que va desde la cibernética de segundo orden hasta la autopoiesis (Reynoso 2006 121); espacio diverso en el que delimitar la propuesta de sistemas sociales de Luhmann, que a partir de su contacto con la “cibernética de la cibernética” de Heinz von Foerster, […] comienza a utilizar conceptos que se concentran en el estrecho arco que va desde la autopoiesis al constructivismo radical, aunque sin llegar al extremo ontológico de negación de la realidad que es peculiar de éste. (Reynoso 2006 99)
El deslizamiento desde la homeostasis hacia el constructivismo, desde el equilibrio hacia las estructuras que se mantienen ordenadas alejadas del equilibrio entrópico, la introducción del observador en el sistema descrito; son claves en el poder entender ese espacio de cambio que la creatividad supone en esa gestión de controles elásticos como efectos de superficie de lo que entendemos en la relación de diferencias.
En las páginas previas hemos introducido unas cuestiones relativas a cómo poder superar el riesgo de divagación al plantearnos el método de mezcla de dos teorías en la estrategia de este DEA que busca la ampliación de un marco teórico posible sobre creatividad comunicacional.
Para ello hemos descrito un método de contrastación y (1) los aspectos relacionados con el ideal científico –el qué busca la ciencia como objeto del saber de la ciencia para sí– en la Historia de la ciencia en sí.
Hemos reflexionado sobre el ideal de la ciencia desde las simplicidades organizadas de formas científicas como la gravitación de los planetas de Newton y su ideal de la predictibilidad –en la escisión ontológica entre determinismo e indeterminismo-; deslizando el valor de la ley hacia un sistema con “potenciales de interacción” en la configuración de la reducción de complejidad en el mundo de las relaciones.
En esta somera aproximación hemos esbozando una dinámica descrita autopoieticamente que puede dar cuenta de la creatividad de los sistemas sociales entendidos en su procesamiento de sentido como comunicación, en el deslizamiento informacional que Luhmann deslocaliza de Bateson (Luhmann 1998 61, 225, 328) a través de una mirada desde la “cibernética de la cibernética” de Heinz von Foerster (Reynoso 2006 99), la cibernética de segundo orden.
Pasaremos ahora a lindar sistemáticamente el saber sobre complejidad con el fin de (2) acotar un modelo científico contemporáneo que pueda dar cuenta de la creatividad como lógicamente posible en los discursos de la Complejidad; y (3) articular un conjunto de metodologías posibles que den cuenta de un posible enunciar empírico.
Sobre lo dicho, en este punto del DEA pasamos a cartografiar un territorio para desembarcar en un ground epistemológico -una filosofía aplicada para la creatividad- en el que perfilar un punto de observación para tentar una descripción estructural o procesual sistémica de complejidades organizadas; más que tratar la explicación analítico-deductiva en la simplicidad organizada; “evitando el canto discursivo de las sirenas”. La creatividad como territorio demanda un mapa cuya la topografía creativa no determine su representación en la predicción como ideal, sino en la contextualización “libre” (ver pág. 164, Popper), inesperada, del explorador en la pauta que conecta.
En la creatividad, y más en el campo del diseño creativo que busca actuar sobre el mundo, [c]uando digo “estético”, quiero decir “sensible a la pauta que conecta” (Bateson 2006 19); entendiendo que el diseñador trabaja en los patrones que se posibilitan en la pauta a lo largo del tiempo (Bateson 2006 25), los controles elásticos de relaciones, el contexto (Ibíd.).
_
siguiente:
DEA 10.3.3 ¿ES LA CREATIVIDAD UN FENÓMENO [COMPRENSIBLE MEDIANTE UN MODELO] DE LA COMPLEJIDAD?
Este epígrafe está incluido en
DEA 10.3 COMPLEJIDAD COMO GROUND EPISTEMOLÓGICO DE LA CREATIVIDAD (INCOMPLETO), pincha aquí